Aldea Salto
En Facebook: Aldea Salto Entre Ríos
Iglesia : San Miguel Arcángel
Escuela : Nº10 – Antonio Zinni
Cementerio : Ubicado al oeste de la localidad
Plaza : Santa Cruz
Rutas : Ruta Nacional 11 a 5 km. Acceso de ripio
Arroyo : Salto – corre de este a oeste – desemboca en el Río Paraná 
Fundación : 21 julio 1878
Ubicación : Dpto. Diamante
Habitantes : 350
Industrias : Actividad agropecuaria
Fiesta patronal :
29 de septiembre San Miguel Arcángel

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Escuela Primaria
Fue creada en 1915 . Lleva la denominación de Escuela Nº10 Antonio Zinny. El edificio originalmente pertenecía a Santiago Prescher y funcionaba allí un almacén de ramos generales. Los docentes llegaban desde la ruta Provincial 11 transportados en carro ruso por don Sebastián Weinzettel que recorría esos 5 kms de lunes a viernes. Hubo otros carreros, entre ellos el señor José Ruhl. En la actualidad cuenta con nivel primario y jardín de infantes. Para nivel secundario los alumnos deben concurrir a otras localidades vecinas.

En esta fotografía, se observa de fondo la Escuela Nº 10 Antonio Zinny.

Escuela Alemana
Funcionó entre los años 1900 y 1945. Luego se utilizó como salón parroquial y donde se enseñaba catequesis. Finalmente desde el 5 de octubre de 1986 con el nombre de “San Miguel” funciona el salón comunitario. Fue construido con un subsidio que gestionó el padre Gebhart a la República de Alemania por la suma de 8.000 dólares y con las múltiples donaciones que realizó toda la comunidad de la aldea.

En esta fotografía, se observa de fondo el actual Salón Comunitario.

Mis recuerdos aldeanos
Tema : La Escuela
La escuela quizás era a lo que más miedo le tenía , por cuanto el vivir en la colonia era un ambiente familiar y de vecindario , totalmente distinto a la aldea donde al llegar era encontrarnos con otros chicos que eran mucho más vivos o pícaros.-
Concurría en horario vespertino, transitando montado a caballo a pesar de mi corta edad, los cinco kilómetros que separan aldea Grapschental de aldea Salto, ambas en el Dpto. Diamante-Entre Ríos.-
No me olvido del eterno pantalón corto – los largos solo eran para mayores – el calzado plástico, una cartera de cuero marrón con dos hebillas utilizada ya por mis hermanos mayores en cuyo interior llevaba un cuaderno y algunos lápices , harina para hacer engrudo , reemplazante del pegamento actual.-
La presencia de las maestras diamantinas y el director Carlos Olagüe que residía en la vivienda de la escuela nos imponía un gran respeto y también algo de temor porque no hablaban como nosotros. unos el castellano y otros el alemán.-
Las maestras llegaban por ruta Nº11 hasta el camino acceso a la aldea , desde allí eran transportadas en un carro verde con tres asientos y techo de chapa, conducido por Sebastian Weinzettel, hasta la escuela, retirándose las mismas, en ese medio hasta la ruta nuevamente.-
Dentro del aula casi no había bullicios por temor a los punteros , que servían para enseñar en el pizarrón o aplicar algún golpe a algún alumno por su in conducta.-Como han cambiado los tiempos.-
Nos exigían hablar en castellano dentro y fuera del aula , lo cual nos resultaba un suplicio principalmente en el recreo y a la hora de jugar pues éramos vigilados atentamente por las maestras que evitaban el diálogo en nuestra lengua madre : el alemán.-
Éramos muy duros para estudiar en castellano y nos costaba mucho silabear las palabras enseñadas.-Cuanta paciencia nos tuvieron.-
En época de invierno o lluvia quedaba de lunes a viernes en la vivienda de unos tíos residentes a escasa distancia de la escuela evitando así la diaria cabalgata.-Se regresaba siempre a todo galope, a veces corriendo carreras con otros chicos y en más de una ocasión terminábamos en el suelo lo cual originaba a nuestra llegada una severa reprimenda y también un castigo por la travesura, ya que el guardapolvos quedaba todo sucio y cuando no también roto.-
No solo nos caíamos por las carreras , sino también por la espantada del noble caballo , que en pleno galope se sorprendía con algún objeto en el camino , esa frenada repentina e inesperada , hacía que siguiéramos de largo y termináramos en el suelo varias veces doloridos , por lo que no encuentro hoy en día una explicación de que no sufriéramos lesiones mayores.-
Regresábamos siempre en grupos y nunca fuimos interceptados por avivados, ya que muchas veces traíamos mercaderías.


Edificio de la escuela primaria